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Cultura atacameña



Los primeros habitantes de la Puna de Atacama llegaron a la zona alrededor del 9000 a.C, siendo estas comunidades trashumantes que recorrían oasis y quebradas. Posteriormente, cerca del 2000 a.C., se forma un incipiente pastoralismo y agricultura, la que en los años 400 a.C. y 100 d.C. se intensifica, dando inicio a las poblaciones sedentarias de Atacama.

Estas poblaciones denominadas como Tilocalar, debido a estas transformaciones pasan a denominarse como cultura San Pedro. Es durante la época Quitor (400 a 700 d.C) que debido a la influencia del Tiwanaku, mediante el comercio con los ayllus de San Pedro de Atacama, se estratifica la sociedad atacameña, dando origen a señores que controlaban aspectos económicos de la sociedad. Es debido a esta influencia, sumada posteriormente a la del Tawantinsuyo, que se empieza a constituir el pueblo atacameño como tal, alrededor del 900 d.C.

Dentro de las características del pueblo atacameño podemos mencionar que, su idioma era el kunza (extinto actualmente), desarrollaron técnicas de cerámica, cestería, textiles, orfebrería, baile y música. Durante la epoca San Pedro, la ceramica se caracterizo por ser pulida y de color rojo o negro, siendo principalmente, “pucos”, vasijas, jarrones y tazas. En cuanto a la textilería esta estaba hecha de lana de camélido.

Con respecto a sus ritos funerarios, al momento de sepultar un individuo, este era enterrado en la tierra directamente, en conjunto con sus ropas y objetos preciados. Los ritos específicos variaban de acuerdo a la comunidad y en la actualidad se desconocen. Se creía que el pajilu (alma del difunto) debía recorrer un largo viaje en un río en el cielo (la Vía Láctea). En algunas comunidades se ataba al difunto un cíngulo (soga de color negro o blanca) que ayudaba a cruzar el viaje. Los encargados de los rituales funerarios eran los yatiri (chamanes). El yatiri por medio de cantos que duraban un día y una noche, ayudaba a separar el alma del cuerpo físico y de su familia, para que el difunto descanse en paz, evitando que la alma de este se enferme y vague sin rumbo. Posteriormente el difunto se le cambiaba su faja por una de tipo mortuoria, se lavaban sus ropas y sus familiares limpiados. Después de un año el yatiri despedía de manera definitiva al difunto (Gleisner y Montt,2014). Con respecto al proceso de momificación, este es natural, ocurriendo debido a las condiciones desérticas de alta salinidad y sequedad.



Fuentes

Gleisner, Ch. y Montt, S. (2014). ATACAMEÑO SERIE INTRODUCCIÓN HISTÓRICA Y RELATOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE CHILE Imprenta Ograma: Santiago de Chile. Recuperado de: https://www.fucoa.cl/publicaciones/pueblos_originarios/atacameno.pdf

Comisionado presidencial para Asuntos Indigenas. (2008). Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas. Recuperado de: https://bibliotecadigital.indh.cl/handle/123456789/268

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